LA ENERGÍA

   Cuando llamamos al timbre, subimos en el ascensor o escuchamos música, estamos utilizando energía. Sin energía no tendríamos iluminación, ni calefacción en nuestras casas, no podríamos utilizar la computadora o ver la televisión. Tampoco podríamos desplazarnos en coche, en ómnibus, ni tan siquiera tendríamos agua corriente.
 
   Pero, a pesar de ser tan importante para nosotros, muchas veces no la usamos correctamente o consumimos más de la necesaria. Además de malgastar el dinero, puesto que estamos pagando más energía de la que realmente necesitamos para realizar nuestras tareas, esto supone hacer un daño innecesario al medio ambiente, ya que casi todos los métodos de generación de energía provocan efectos ambientales perjudiciales: contaminación, generación de residuos, etc.

   Esta situación puede corregirse con la colaboración de todos los ciudadanos adoptando medidas de eficiencia energética. Son medidas muy sencillas cuyo objetivo es simplemente consumir únicamente la cantidad de energía que se necesita y solo cuando se necesita.